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San Miguel es uno de los tres Arcángeles y su nombre significa "¿Quién como Dios?".
El rosario de San Miguel Arcángel se compone de letanías y avemarías. En cada oración del rosario se pide la protección del arcángel y sus efectos son transformadores en la vida de sus devotos.
Además de ser un arcángel poderoso y de gran influencia por ser un ángel de combate, San Miguel también es visto como un gran espejo de fuerza. La figura de este arcángel está asociada a las batallas espirituales que viven a diario las personas que temen los males que les suceden, San Miguel es el poderoso intercesor de estas causas y siempre protege a todos con su guardia.
Las batallas espirituales muchas veces son causadas por la falta de oración y de confianza en Dios, por eso existe la Cuaresma de San Miguel, para que los fieles devotos se dediquen a la oración diaria durante cuarenta días, permaneciendo atentos a todo lo que les rodea, en medio de las situaciones de la vida. La Cuaresma comienza en agosto, y termina con la fiesta de los arcángeles, el 29 de septiembre, donde sonconmemoraba a los tres, San Miguel, San Rafael y San Gabriel.
Ver también 29 de septiembre - Día de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
San Miguel es el gran protector contra todo mal
La consagración al arcángel San Miguel también se hace el 29 de septiembre, día de su fiesta. Muchos devotos rezan el rosario de San Miguel con devoción y se dedican a practicar siempre la vigilancia ante los peligros que ofrece el mundo, lo que acaba siendo malo espiritualmente.
San Miguel nos ayudará a mantenernos fieles en nuestros propósitos con Dios, firmes en nuestras penitencias y promesas y un gran amigo ante las luchas espirituales diarias a las que nos enfrentamos. Él será nuestro protector y el gran impulso para lograr grandes cosas. Descubre cómo rezar el poderoso rosario de San Miguel Arcángel.
¿Cómo rezar el Rosario de San Miguel Arcángel?
Para rezar el rosario de San Miguel Arcángel necesitará un rosario de San Miguel con su Medalla.
EL PRINCIPIO SE REZA EN LA MEDALLA
- Dios, ven en nuestra ayuda
- Señor, ayúdanos y sálvanos.
Gloria al Padre...
Primer saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Serafines, para que el Señor Jesús nos haga dignos de arder en perfecta caridad.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al primer coro de Ángeles
Segundo saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Querubines, para que el Señor Jesús nos conceda la gracia de huir del pecado y buscar la perfección cristiana.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al segundo coro de Ángeles
Tercer saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Tronos, para que Dios derrame en nuestros corazones el espíritu de verdadera y sincera humildad.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al tercer coro de Ángeles
Cuarto saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Dominios, para que el Señor nos conceda la gracia de dominar nuestros sentidos, y nos corrija de nuestras malas pasiones.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al cuarto coro de Ángeles
Quinto saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de las Potestades, para que el Señor Jesús se digne proteger nuestras almas de las asechanzas y tentaciones de Satanás y de los demonios.
Ver también: Compatibilidad de signos: Virgo y PiscisAmén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al quinto coro de Ángeles
Sexto saludo
Por intercesión de San Miguel y del admirable coro de las Virtudes, para que el Señor no nos haga caer en la tentación y nos libre de todo mal.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al sexto coro de Ángeles
Séptimo saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Principados, para que el Señor llene nuestras almas con el espíritu de una obediencia verdadera y sincera.
Amén.
Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al séptimo coro de Ángeles
Octavo saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de los Arcángeles, para que el Señor nos conceda el don de la perseverancia en la fe y en las buenas obras, a fin de que lleguemos a poseer la gloria del Paraíso.
Amén.
Ver también: Baño de protección con la Espada de San JorgeGloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Ave Marías... al octavo coro de los Ángeles
Noveno saludo
Por intercesión de San Miguel y del coro celestial de todos los Ángeles, para que seamos custodiados por ellos en esta vida mortal, para ser conducidos por ellos a la gloria eterna del Cielo.
Amén. Gloria al Padre... Padre nuestro...
Tres Avemarías... al Coro de los Novenos Ángeles
Al final, rezamos:
Un Padrenuestro en honor de San Miguel Arcángel.
Un Padrenuestro en honor de San Gabriel.
Un Padre Nuestro en honor de San Rafael.
Un Padre Nuestro en honor de nuestro Ángel de la Guarda.
Antífona:
Gloriosísimo San Miguel, jefe y príncipe de las huestes celestiales, fiel guardián de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, amado de la casa de Dios, nuestro admirable guía después de Cristo; tú cuya excelencia y virtudes son eminentísimas, dígnate librarnos de todos los males, a nosotros que recurrimos a ti con confianza, y concédenos, por tu incomparable protección, que avancemos cada día más enfidelidad en el servicio a Dios.
Amén.
- Ruega por nosotros, oh bendito San Miguel, príncipe de la Iglesia de Cristo.
- Para que seamos dignos de sus promesas.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que por un prodigio de bondad y misericordia para la salvación de los hombres, has elegido al gloriosísimo arcángel Miguel como príncipe de tu Iglesia, haznos dignos, te rogamos, de ser preservados de todos nuestros enemigos, para que en la hora de nuestra muerte ninguno de ellos nos turbe, sino que nos sea dado ser introducidos por él enpresencia de Vuestra poderosa y augusta Majestad, por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén
Más información :
- Oración de San Pedro: Abre tus caminos
- Salmo 91 - El escudo más poderoso de protección espiritual
- Ritual de los 3 Arcángeles para la salud y la prosperidad