Es un hecho que la muerte de un animal es muy triste, sobre todo cuando es el nuestro. Esa mascota que cuidábamos desde pequeños se va en un instante. Muchas personas se deprimen y desesperan enormemente, pudiendo llegar a convertirse en una crisis depresiva. Los animales, a diferencia de la naturaleza humana, son seres que no guardan rencor y siempre están a nuestro lado, sin importar el¿Sabía que existe paraíso animal ?

Sin embargo, la característica más lamentable es que nuestros animales tienen una vida corta. Sí, hay muy pocos animales domésticos que vivan más de diez o veinte años. Pero, tras la partida de nuestro amigo, ¿hay un cielo para él, podremos volver a vernos alguna vez? Son preguntas que afligen a todos aquellos que ya han perdido un cachorro, un gato, un pájaro, algún animal por el que alimentaban unaamor y afecto invencibles. A partir de ahí, decidimos estudiar más a fondo el destino de estos compañeros:

¿Existe el paraíso animal?

O paraíso animal Por eso nos reencontraremos con nuestros amigos a los que hemos aprendido a amar en nuestra vida terrenal. Los animales, al igual que los seres humanos, son seres dotados de alma. Esta alma, creada por Dios, es la principal guía de nuestras características y sentimientos.

La única diferencia entre nosotros es que la conciencia de los animales es tan pura que no se contamina como la nuestra; su mente no opone intensamente el bien y el mal como la nuestra; por eso el maltrato a los animales, además de terrible, es injusto.

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Paz en el cielo de los animales

Incluso los animales que más han sufrido aquí en la tierra encontrarán descanso en el plano espiritual. Todos tendrán bonanza y libertad para poder jugar, correr y vivir tranquilamente su esencia. El único motivo que a veces puede dejarlos pensativos es que echan de menos a su dueño. Igual que nosotros no los olvidaremos, ellos también guardarán en su corazón el recuerdo de que una vez fueron muyseres queridos.

Durante este período, ambos acabarán pensando el uno en el otro. Nosotros, como aún terrenales, sufriremos mucho más, ya que los animales en el cielo tienen tal abundancia de alegría que el sentimiento de dolor o tristeza no existe. Sin embargo, en cuanto vayamos al encuentro de nuestro fiel amigo, sabremos incluso antes de llegar que nos estará esperando y que todo el tiempo empleado ha merecido la pena.

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