La costumbre de no comer carne el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo es seguida por muchos. ¿Cuántas personas conoces que piensan preparar pescado ese día? Algunos no saben la razón y lo hacen sólo porque es un hábito aprendido desde la infancia. La Iglesia católica recomienda esta privación como una manera de redimir el sacrificio hecho por Jesús, que murió en la cruz para salvarnos.

La privación de carne y el ayuno los viernes es una práctica milenaria de la Iglesia, que tiene sus argumentos a favor. El primer argumento es que todos los cristianos deben seguir una vida de ascetismo, renunciar a algún placer para alcanzar la perfección espiritual. Esta es una regla básica de la religión católica.

Según el libro que rige las normas de la Iglesia, el Código de Derecho Canónico, la privación de carne no sólo debía hacerse el Viernes Santo, sino todos los viernes del año. Sin embargo, con el paso del tiempo, este sacrificio cayó en desuso.

Sacrificios y abstinencias

Actualmente, la Iglesia católica no prohíbe ni obliga a los fieles a no comer carne los viernes. Sólo recomienda ayunar y no comer carne el Viernes Santo y el Miércoles de Ceniza También propone la opción de elegir otro sacrificio, lo que demuestra tu voluntad de renunciar a algo en tu vida diaria mostrando a Cristo que estás agradecido por el sacrificio que hizo al salvarnos de todos los pecados del mundo.

No sólo en los Días Santos, sino durante toda la Cuaresma, el tiempo de cuarenta días que precede a la resurrección de Cristo (Pascua), la Iglesia recomienda a los fieles abstenerse de comer carne o sustituir esta privación por pequeños actos de sacrificio. Estos pequeños actos, que pueden ser el ayuno, la caridad o la dedicación al prójimo, muestran la devoción de los fieles a Cristo.

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En el Catecismo de la Iglesia Católica, el ayuno y la abstinencia de carne se consideran una forma de " virtud moral que modera la atracción por los placeres y busca el equilibrio en el uso de los bienes creados "Estas prácticas demuestran el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantienen los deseos dentro de los límites de la honestidad.

Las enseñanzas de Cristo van mucho más allá de no comer carne el Viernes Santo. Hay que recordarlo para agradecer el sacrificio de Jesucristo que se describe en la Biblia, no debemos causar sufrimiento a los demás. La principal enseñanza de Jesús es Amarnos los unos a los otros como Él nos amó. La Pascua es un tiempo para celebrar la armonía, la esperanza y la unidad, así que piensa en algún acto para purificarte y ponerte en contacto con Dios. Puede ser una abstinencia o una obra de caridad, lo principal es celebrar el milagro de la vida.

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