Dios siempre será nuestro mayor refugio y morada. En el Salmo 63, el salmista se encuentra huyendo de sus enemigos en el desierto, un lugar que nos recuerda nuestro autoconocimiento y reconocimiento de Dios como nuestro Señor y pastor. Su alma clama por la salvación de Dios, como la tierra seca que necesita agua.

Echa un vistazo a las poderosas palabras del Salmo 63

Oh Dios, tú eres mi Dios, pronto te buscaré; mi alma tiene sed de ti; mi carne te anhela en una tierra seca y cansada, donde no hay agua,

Para ver tu fuerza y tu gloria, como te vi en el santuario.

Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.

Te bendeciré mientras viva; en tu nombre alzaré mis manos.

Mi alma se saciará como de tuétano y de grosura, y mi boca te alabará con labios alegres,

Cuando te recuerdo en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.

Porque tú has sido mi ayuda, por eso a la sombra de tus alas me regocijaré.

Mi alma te sigue de cerca; tu diestra me sostiene.

Pero los que buscan mi alma, para destruirla, irán a las profundidades de la tierra.

Caerán por la espada, serán alimento para los zorros.

Pero el rey se regocijará en Dios; todo el que jure por él se gloriará; porque la boca de los que hablan mentira será tapada.

Interpretación del Salmo 63

Nuestro equipo ha preparado una interpretación detallada del Salmo 63 para una mejor comprensión, échale un vistazo:

Versículos 1 a 4 - Mi alma tiene sed de ti

"Oh Dios, tú eres mi Dios, temprano te buscaré; mi alma tiene sed de ti; mi carne te anhela en tierra seca y fatigada, donde no hay agua, Para ver tu fuerza y tu gloria, como te he visto en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán; así te bendeciré mientras viva; en tu nombre alzaré mis manos."

El salmista reconoce que el Señor es su mayor fuerza, y para dar testimonio de la gloria de Dios, exaltará siempre su gran nombre, incluso en medio de la dificultad: en el desierto, con el corazón cansado, pero siempre creyendo en las obras de Dios para su vida.

Versículos 5 a 8 - Porque tú has sido mi ayuda

"Mi alma se saciará, como de tuétano y de grosura; y mi boca te alabará con labios alegres, Cuando me acuerde de ti en mi lecho, y medite en ti en las vigilias de la noche. Porque tú has sido mi socorro; por eso a la sombra de tus alas me regocijaré. Mi alma te sigue de cerca; tu diestra me sostiene".

El Señor Dios ha sido su mayor fuerza. Es Él quien está siempre a su lado, ganando sus batallas y prestándole su ayuda. En estos versículos, el salmista afirma "tu diestra me sostiene", fuerza y apoyo que proceden del Señor Dios, el único en quien debemos depositar nuestra alegría y confianza.

Versículos 9 a 11 - Pero el rey se alegrará en Dios

"Pero los que buscan mi alma para destruirla, irán a las profundidades de la tierra; caerán a espada, serán pasto de las zorras. Pero el rey se alegrará en Dios; todo el que jure por él se jactará, porque la boca de los que hablan mentiras será tapada."

Los que confían en Dios siempre se regocijarán en su presencia, y nunca serán abandonados.

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