A pesar de ser un salmo de lamentación, el Salmo 9 presenta una triunfante determinación de alabar a Dios. El salmista cree en la justicia divina, en la protección de los humillados y empobrecidos y en el castigo de los injustos. Lee la interpretación de cada versículo de las sagradas palabras.

Salmo 9 - Para fortalecer la fe en la justicia de Dios

Lee atentamente el siguiente salmo:

Oh Señor Dios, te alabaré con todo mi corazón y contaré todas las maravillas que has hecho.

Por ti me regocijaré y me alegraré; te cantaré alabanzas, oh Dios Altísimo.

Cuando apareces, mis enemigos huyen; caen y mueren.

Tú eres un juez justo y, sentado en tu trono, has hecho justicia juzgando a mi favor.

Has condenado a los paganos y destruido a los malvados; nunca más serán recordados.

Barre las ciudades de nuestros enemigos; han sido destruidas para siempre, y están totalmente olvidadas.

Pero el Señor es Rey para siempre. Sentado en su trono, dicta sus sentencias.

Dios gobierna el mundo con justicia y juzga a las personas según lo que es justo.

El Señor es un refugio para los perseguidos; los protege en tiempos de angustia.

Oh Señor, los que te conocen confían en ti, pues no abandonas a los que buscan tu ayuda.

Cantad alabanzas al Señor que reina en Jerusalén; contad a las naciones lo que ha hecho.

Porque Dios se acuerda de los perseguidos, no olvida sus gemidos y castiga a quienes los tratan con violencia.

Señor Dios, ten piedad de mí; mira cómo sufren los que me odian; líbrame de la muerte.

Para que yo, en presencia del pueblo de Jerusalén, me levante a proclamar por qué te alabo y diga que soy feliz porque me has salvado de la muerte.

Los paganos cayeron en el pozo que ellos mismos hicieron; quedaron atrapados en la trampa que ellos mismos se tendieron.

El Señor se da a conocer por sus justos juicios, y los malvados caen en sus propias trampas.

Acabarán en el mundo de los muertos; allí irán todos los que rechazan a Dios.

Los pobres no serán olvidados para siempre, y los necesitados no perderán la esperanza para siempre.

Ven, Señor, y no permitas que la humanidad te desafíe; pon ante ti a los pueblos paganos y júzgalos.

Hazles temer, Señor Dios, hazles saber que son meras criaturas mortales.

Interpretación del Salmo 9

Versículos 1 y 2 - Te alabaré de todo corazón

"Oh Señor Dios, te alabaré con todo mi corazón y contaré todas las maravillas que has hecho; por ti me alegraré y gozaré; te cantaré alabanzas, oh Dios Altísimo".

Las palabras contenidas en estos versículos muestran que la alabanza a Dios debe ser plena, con todo el corazón, como es típico en los salmos. No se puede alabar a Dios sólo cuando se necesita su ayuda y su justicia; hay que adorar a Dios por sus obras y por su nombre. Sus obras deben ser ensalzadas y glorificadas por todos los creyentes, que deben regocijarse en ellas.

Versículos 3 a 6 - Cuando apareces, huyen mis enemigos

"Cuando apareces, mis enemigos huyen; caen y mueren. Eres un juez justo y, sentado en tu trono, has hecho justicia, juzgando a mi favor. Has condenado a los paganos y destruido a los malvados; nunca más se acordarán de ellos. Has arrasado las ciudades de nuestros enemigos; han sido destruidas para siempre, y están completamente olvidadas."

El salmista reconoce que Dios está de su parte, pues es justo, y los que se burlaron de él, lo agraviaron y lo humillaron pagan ahora por sus pecados. La justicia divina no falla. Los paganos y los malvados son borrados y nunca recordados, mientras que los fieles y los justos prevalecen.

Versículos 7 a 9 - El Señor es Rey para siempre

"Pero el Señor es Rey para siempre.Sentado en su trono, dicta sus sentencias.Dios gobierna el mundo con justicia y juzga a los pueblos según lo que es justo.El Señor es un refugio para los perseguidos; los protege en tiempos de angustia."

Los malvados son olvidados, pero Dios reina para siempre. Él es justo y juzga a cada uno como es debido. Si un hombre es bueno y fiel, no tiene nada que temer, pues Dios le da cobijo y le protege en tiempos de angustia.

Versículos 10 a 12 - Cantad alabanzas al Señor

"Oh Señor, los que te conocen confían en ti, pues no abandonas a los que buscan tu ayuda. Cantad alabanzas al Señor, que reina en Jerusalén; anunciad a las naciones lo que ha hecho. Porque Dios se acuerda de los perseguidos; no olvida sus gemidos y castiga a los que los tratan con violencia."

En este pasaje del Salmo 9, el salmista pide a los fieles que alaben al Señor porque está seguro y confiado en que Él nunca abandona a los justos. Cuenta a las naciones sus hazañas y el poder de la justicia divina, y pide a todos que hagan lo mismo. Subraya que Dios no olvida cuánto han sufrido los que le aman y que la recompensa llegará en forma de justicia.

Versículos 13 y 14 - Ten piedad de mí

"Señor Dios, ten piedad de mí; mira cómo me hacen sufrir los que me odian; líbrame de la muerte, para que pueda levantarme en presencia del pueblo de Jerusalén a proclamar por qué te alabo y decir que soy feliz porque me has salvado de la muerte."

La petición de compasión es un lamento desesperado de quien ha sufrido mucho y teme la muerte. El salmista pide la mano de Dios para que le dé fuerzas y pueda levantarse, para dar gloria y mostrar al pueblo de Dios que Él nunca le abandonó, que le salvó de la muerte y ahora era prueba viviente de la justicia divina, aunque estuviera debilitado.

Versículos 15 a 18 - Los malvados caen en sus propias trampas

"Los paganos cayeron en la fosa que ellos mismos hicieron; quedaron atrapados en la trampa que ellos mismos se tendieron. El Señor se da a conocer por sus justos juicios, y los malvados caen en sus propias trampas. Acabarán en el mundo de los muertos; allí irán todos los que rechazan a Dios. Los pobres no serán olvidados para siempre, y los necesitados no perderán la esperanza para siempre."

Con el cuchillo que cortas, serás cortado. Dios hace que los malvados y los paganos prueben su propio veneno, para ser atrapados por el mismo mal que han hecho, porque es justo. Los que rechazan a Dios, no merecen Su misericordia y van al mundo de los muertos porque negaron Su soberanía. Pero los pobres y los que sufren, nunca serán olvidados, porque creen en Dios y Dios está con ellos.

Versículos 19 y 20 - Haz que tengan miedo

"Ven, Señor, y no permitas que los seres humanos te desafíen; pon a los pueblos paganos ante ti y júzgalos; hazles sentir temor, Señor Dios; hazles saber que son meras criaturas mortales".

En este pasaje del Salmo 9, el salmista pide a Dios que muestre todo su poder, que no permita que los humanos con su arrogancia le desafíen y muestren su ira y su inquebrantable justicia. El salmista cree que sólo Dios puede mostrar a los humanos que no son más que criaturas mortales que desafían el poder divino y que, por tanto, merecen un justo juicio. La humanidad que se rebela contra Dios es una graveEl Señor no permitirá que continúe tal arrogancia.

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