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En los momentos solemnes, sólo la Gracia divina tiene el poder de bendecir y proteger. Cuando la aflicción esté a flor de piel, clama al Señor y nunca olvides Tus milagros.
Las sabias palabras del Salmo 77
Lea con fe y atención:
Clamo a Dios por ayuda; clamo a Dios para que me escuche.
Cuando estoy angustiado busco al Señor; de noche extiendo mis manos sin cesar; ¡mi alma está inconsolable!
Me acuerdo de ti, oh Dios, y suspiro; me pongo a meditar, y mi espíritu desfallece.
No me permites cerrar los ojos; estoy tan inquieto que no puedo hablar.
No dejo de pensar en los días pasados, en los años ya lejanos;
Por la noche recuerdo mis canciones. Mi corazón medita y mi espíritu pregunta:
¿Nos rechazará el Señor para siempre? ¿Nos volverá a mostrar su favor?
¿Se ha ido tu amor para siempre? ¿Se ha acabado tu promesa?
¿Se ha olvidado Dios de ser misericordioso? ¿En su ira ha refrenado su compasión?
Entonces pensé: "La razón de mi dolor es que la diestra del Altísimo ya no actúa".
Recordaré las hazañas del Señor; recordaré tus antiguos milagros.
Meditaré en todas tus obras y consideraré todos tus hechos.
Tus caminos, oh Dios, son santos: ¿qué dios es tan grande como nuestro Dios?
Tú eres el Dios que hace milagros; muestras tu poder entre los pueblos.
Con tu brazo fuerte has redimido a tu pueblo, la descendencia de Jacob y José.
Las aguas te vieron, oh Dios, las aguas te vieron y se turbaron; hasta los abismos temblaron.
Las nubes descargaban lluvia, los truenos resonaban en los cielos; tus flechas relampagueaban en todas direcciones.
En el torbellino retumbaron tus truenos, tus relámpagos iluminaron el mundo; la tierra tembló y se estremeció.
Tu senda ha pasado por el mar, tu camino por aguas caudalosas, y nadie ha visto tus huellas.
Has conducido a tu pueblo como un rebaño de la mano de Moisés y Aarón.
Ver también Salmo 35 - Salmo de los fieles que creen en la justicia divinaInterpretación del Salmo 77
Nuestro equipo ha preparado una interpretación detallada del Salmo 77. Léala atentamente:
Versículos 1 y 2 - Pido ayuda a Dios
"Clamo a Dios por ayuda; clamo a Dios para que me escuche. Cuando estoy angustiado, busco al Señor; en la noche extiendo mis manos sin cesar; ¡mi alma está inconsolable!".
Enfrentado a un momento de desesperación y sufrimiento, el salmista extiende sus manos, se queja y clama por ayuda al referirse a Dios. En medio de tanta aflicción, todo lo que alguna vez escuchó sobre el Señor contrastaba con su realidad sufriente; y cuanto más pensaba el salmista en ello, más afligido se sentía.
Versículos 3 a 6 - Me acuerdo de ti, oh Dios
"Me acuerdo de ti, oh Dios, y suspiro; me pongo a meditar, y mi espíritu desfallece. No me permites cerrar los ojos; tan inquieto estoy que no puedo hablar. Me detengo en los días pasados, en los años ya lejanos; por la noche recuerdo mis canciones. Mi corazón medita, y mi espíritu pregunta:"
Ver también: Oración a Oxalá para el amor verdadero y el éxitoSin poder dormir, Asaf, el salmista, se pasa toda la noche pensando en su situación actual y en los acontecimientos pasados; pero recuerda que, en medio de tantas cosas por las que ha pasado, volverse a Dios fue lo más precioso que le había sucedido.
Versículos 7 a 9 - ¿Se ha olvidado Dios de ser misericordioso?
"¿Nos rechazará para siempre el Señor? ¿Nunca más nos mostrará su favor? ¿Se ha desvanecido para siempre su amor? ¿Se ha acabado su promesa? ¿Se ha olvidado Dios de ser misericordioso? ¿En su cólera ha refrenado su compasión?".
Sumido en una profunda desesperación, el salmista empieza a preguntarse si, por casualidad, Dios había renunciado a él; y se pregunta si, algún día, volvería a ser misericordioso.
Ver también: Descubre qué significa soñar con lecheVersículos 10 a 13 - Recordaré las obras del Señor
"Entonces pensé: "El motivo de mi dolor es que la diestra del Altísimo ya no actúa. Recordaré las hazañas del Señor; recordaré tus antiguos milagros. Meditaré en todas tus obras y consideraré todos tus hechos. Tus caminos, oh Dios, son santos. ¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?"".
En estos versículos, el salmista decide apartarse de su dolor y desviar la atención hacia las obras y milagros de Dios. Al preguntarse "¿qué dios es tan grande como nuestro Dios?", Asaf se recuerda a sí mismo que ningún otro dios puede compararse con el Altísimo.
Versículos 14 a 18 - La tierra se estremeció y tembló
"Tú eres el Dios que hace milagros; muestras tu poder entre los pueblos. Con tu brazo fuerte has redimido a tu pueblo, a los descendientes de Jacob y de José. Las aguas te vieron, oh Dios, las aguas te vieron y se retorcieron; hasta las profundidades temblaron. Las nubes derramaron lluvia, los truenos resonaron en los cielos; tus flechas destellaron en todas direcciones. En el torbellino resonaron tus truenos, tusLos relámpagos brillaron sobre el mundo; la tierra se estremeció y tembló".
Después de tantas preguntas, el salmista vuelve sobre la soberanía de Dios, especialmente sobre el control de la naturaleza. El Todopoderoso es el que domina los cielos, la tierra y los mares.
Versículos 19 y 20 - Tu camino ha atravesado el mar
"Tu senda ha atravesado el mar, tu camino las aguas impetuosas, y nadie ha visto tus huellas. Has conducido a tu pueblo como un rebaño de la mano de Moisés y Aarón".
En estos versículos finales, se asocia al Señor como Señor de las aguas, que no son una amenaza para el Todopoderoso, sino más bien un camino por el que puede transitar.
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