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Escrito por David mientras se refugiaba en una cueva (posiblemente huyendo de la persecución de Saúl), el Salmo 142 nos presenta una súplica desesperada del salmista; que se encuentra solo, en una situación de gran peligro y en urgente necesidad de ayuda.
Salmo 142 - Un grito desesperado de auxilio
Siendo una oración muy personal, el Salmo 142 nos enseña que es en los momentos de soledad cuando vemos nuestros mayores desafíos. Sin embargo, el Señor nos permite pasar por situaciones como éstas precisamente para que fortalezcamos nuestra relación con Él.
Frente a esta enseñanza, el salmista habla francamente a Dios, expresándole sus problemas, confiando en la salvación.
Clamé al Señor con mi voz; supliqué al Señor con mi voz.
Ver también: Salmo 22: palabras de angustia y liberaciónDerramé mi queja ante su rostro; le expuse mi angustia.
Cuando mi espíritu se turbó en mí, entonces conociste mi senda. En el camino por el que anduve se me ocultó una trampa.
Miré a mi derecha, y vi; pero no había nadie que me conociera. Me faltaba refugio; nadie se preocupaba por mi alma.
A ti, Yahveh, clamé; dije: Tú eres mi refugio y mi porción en la tierra de los vivientes.
Responde a mi clamor, pues estoy muy angustiado; líbrame de mis perseguidores, pues son más fuertes que yo.
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; me rodearán los justos, porque me has hecho bien.
Ver también Salmo 71 - Oración de un ancianoInterpretación del Salmo 142
A continuación, descubre un poco más sobre el Salmo 142, a través de la interpretación de sus versículos ¡Lee con atención!
Versículos 1 a 4 - Me faltaba refugio
"Con mi voz clamé al Señor; con mi voz supliqué al Señor. Derramé mi queja ante su rostro; le expuse mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, entonces conociste mi camino. En el camino por donde anduve, se me ocultó un lazo. Miré a mi derecha, y vi; pero no hubo quien me conociera. Me faltó refugio; nadie se preocupó por mi alma."
Gritos, súplicas, el Salmo 142 comienza en un momento de desesperación para el salmista. Solo entre los mortales, David expresa en voz alta toda su angustia; con la esperanza de que Dios le escuche.
Su desesperación aquí está relacionada con los planes de sus enemigos, que tienden trampas a lo largo del camino por el que habitualmente caminaba con seguridad. A su lado, no hay ningún amigo, confidente o compañero que pueda ofrecerle apoyo.
Versículos 5 a 7 - Tú eres mi refugio
"A ti, Señor, he clamado; he dicho: Tú eres mi refugio, y mi porción en la tierra de los vivientes. Responde a mi clamor, porque estoy muy angustiado; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; me rodearán los justos, porque me has hecho bien."
Como ya hemos visto, David se encuentra sin lugar donde refugiarse, pero recuerda que siempre puede contar con Dios para que lo libre de sus verdugos, en este caso, Saúl y su ejército.
Reza para que el Señor le saque de la oscura cueva en la que se encuentra, pues sabe que a partir de entonces estará rodeado de justos que alabarán la bondad de Dios.
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