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Obaluaê/Omulú era uno de los hijos de Nanã, pero quien lo creó fue Iemanjá Consulta una leyenda (itan) que explica esta historia.
La historia de la creación de Obaluaê/Omulú
Según la mitología yoruba, Nanã embrujó a Oxalá para seducirle y dejarle embarazada. Lo consiguió, pero cuando nació Obaluaê, el cuerpo del niño estaba cubierto de heridas y llagas. Obaluaê nació con viruela y su cuerpo estaba completamente malformado. Nanã no podía soportar la idea de dar a luz a un bebé así y, al no saber qué hacer con él, lo abandonó junto a lamar, para que la marea creciente se lo llevara.
Como si el abandono y la enfermedad no fueran suficientes, Obaluaê aún fue atacado por cangrejos que estaban en la playa, dejando al niño herido y casi muerto.
Iemanjá salvó a Obaluaê
Al ver al niño sufriendo, Iemanjá salió del mar y cogió al niño en brazos. Luego lo llevó a una cueva y cuidó de él, vendándolo con hojas de plátano y dándole de comer palomitas. Cuando el niño se recuperó de sus graves heridas y su enfermedad, Iemanjá decidió criarlo como si fuera su hijo.
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La imagen de Obaluaê
El cuerpo de Obaluaê estaba marcado por cicatrices y marcas muy impresionantes, y por eso siempre se escondía para que nadie pudiera verlo. En un día de fiesta en el que se reunieron los orixás, Ogum pregunta por Obaluaê y se da cuenta de que no quiere aparecer a causa de sus heridas, así que se va al monte, hace una capucha de paja para cubrir a Obaluaê de la cabeza a los pies.
Acepta entonces presentarse y participar en la fiesta con esa capucha, pero sin bailar, porque era un orixá muy cerrado. Iansã se le acerca entonces con su viento y sopla la capucha de paja de Obaluaê. En ese momento todas sus heridas se transformaron en una lluvia de palomitas revelando al niño hermoso, sano y radiante como el sol que sería sin los estragos de sus heridas.
Ver también: Sal negra: el secreto contra la negatividadDebido a su historial de enfermedad y sufrimiento, se convirtió en el orixá de las enfermedades, aprendiendo de Oxalá e Iemanjá cómo curarlas.
Debido a su infancia de abandono y a su vida escondiendo sus heridas detrás de pajas, Obaluaê se convirtió en un orixá muy serio, taciturno y compuesto, al que no le gustan las risas ni el desorden, siempre es un orixá cerrado.
Obaluaê y Omulu: ¿cuál es la diferencia?
Omulu es el orixá maduro, el viejo, el de la curación y las enfermedades. Obaluaê es el orixá joven, el señor de la evolución. Juntos rigen la estabilización del orden del mundo, sin ellos nada puede sostenerse (al fin y al cabo la vida y la muerte deben ir juntas para dar a las almas la oportunidad de evolucionar). Obaluaê es la divinidad que sostiene y conduce el mundo. Omulu es el que conduce los pasajes de un plano a otro: de la carne alel espíritu y del espíritu a la carne.
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