"Los números se crearon para que el hombre hiciera uso de ellos y no para que el hombre se sirviera de los números"

Emmanuel

Sabemos que todo lo que existe es portador de una energía, incluidos los números. Tenemos las enseñanzas de la geometría sagrada, de las matemáticas divinas y también de la numerología, que nos muestran cómo utilizar el poder de los números a nuestro favor. Y entre tantas doctrinas religiosas tenemos la masonería, un sistema de creencias antiquísimo, restringido sólo a los hombres y lleno de secretos en su historia. Y, según lamasonería, ¡el número tres es muy especial!

El número tres: desentrañar los misterios de las tríadas

En tríadas son más comunes de lo que imaginamos y están presentes en diversas narraciones metafísicas.

Podemos empezar, por ejemplo, identificando el poder de tres en el catolicismo: padre, hijo y espíritu santo. La entidad suprema se divide en tres partes, y es en esta tríada en la que se basa toda la creencia católica.

Si nos fijamos en el hinduismo, encontramos la misma tríada formada por Brahma, Vishnu y Shiva. En la mitología egipcia tenemos a Osiris, Horus e Isis e incluso en la creencia tupí-guaraní encontramos tres entidades divinas que son Guaraci, Rudá y Jaci.

Yendo más hacia el esoterismo, tenemos la Ley Triple, que afirma que todo lo que hacemos vuelve a nosotros tres veces. También tenemos la Ley de Tres, una doctrina que afirma que, para existir, todas las cosas necesitan tres fuerzas: la fuerza activa, la pasiva y la neutralizadora. Esta tercera fuerza, fruto de las otras dos, es la creadora. Por ejemplo: el futuro es fruto del pasado y de vivir en el presente,formando de nuevo una tríada compuesta por pasado, presente y futuro.

Para los chinos, el tres se considera perfecto, ya que representa la unión entre el cielo y la tierra, que dio lugar a la humanidad. También tenemos la trinidad cabalística Kether, Chokmah y Binah, la trinidad familiar formada por padre, madre e hijo, y la trinidad alquímica Nigredo, Rubedo y Albedo.

Es más, las únicas certezas que tenemos en la vida se rigen por el número tres: primero nacemos, luego vivimos y en algún momento morimos. La vida misma se expresa por tres: nacimiento, vida y muerte. Y la concepción espiritual de la vida también se compone de tres partes, los planos material, espiritual y físico.

En efecto, el tres es un número mágico que se repite en la historia de la humanidad, tanto dentro como fuera de los relatos metafísicos. Es como si el tres estuviera en todas partes, expresando en sí mismo el atributo divino de la omnipresencia.

"El principio de todo es el número"

Pitágoras

Los tres en la masonería: unidad, dualidad y diversidad

El pensamiento masónico tiene una explicación muy interesante para la simbología de los números, en especial para el número tres, por eso merece un tema aparte, para que podamos apreciar la explicación de la doctrina para la importancia del tres. Por cierto, vale la pena recordar que en su parte esotérica, la masonería se ocupa de los números y su estudio, siendo parte de la propuesta de aprendizaje del aprendiz elcomprensión sobre la fuerza numérica para que pueda alcanzar grados superiores dentro de la doctrina.

Todavía al principio del camino, el aprendiz debe familiarizarse con los cuatro primeros números, empezando por el cero, aunque la Masonería hace un análisis profundo de todos los números. Como reflejo de la importancia del tres en la Masonería, vemos que el grado más alto de un masón es el grado 33, el de Gran Maestro.

Para comprender la importancia del tres, también es necesario evaluar el cero, el uno y el dos. ¿Vamos allá?

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  El cero simboliza el antes, el momento en que el espíritu de Dios se cernía sobre el universo antes incluso de que tuviera forma. Se trata de lo que siempre ha existido, de la inteligencia suprema concebida fuera del tiempo, porque cuando nos preguntamos "¿qué había antes de la creación?" buscamos una comprensión fuera del espacio-tiempo. El concepto de antes y después sólo existe para quienes están atrapados en el tiempo.

  Para la masonería, el cero es la cifra más adecuada para darnos una idea de Dios. Es el NADA que nos sugiere algo sin forma, sin consistencia, sin límites y, por tanto, invisible, intangible e infinito, el espacio con todas las cosas aún latentes que sólo se harían realidad después de que el Espíritu de Dios se manifestara en ellas. Más que una explicación teórica, el poder del cero se traduce tambiénEl círculo que representa el cero es perfectamente continuo y, por tanto, puede simbolizar el espacio, el absoluto y el principio latente de todas las cosas, mientras que cualquier otro tipo de línea trazada nos muestra siempre un principio y un final.

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  Después de la nada infinita representada por el cero, desde el momento en que el espíritu divino se manifiesta sobre las cosas tenemos una creación. Por lo tanto, la secuencia lógica es representar esta creación a través del número uno. Significa que la causa se manifiesta ahora, haciéndose, a través de su creación, comprensible, palpable y capaz de ser comprendida como la forma única de la que procederán todas las demás formas.Tanto el cero como el uno son uno, pero el cero está en su aspecto no manifestado, mientras que el uno está en plena manifestación de la voluntad divina. El uno es la unidad manifiesta.

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  Mientras que el uno representa un proceso de creación y manifestación, el dos es lo real e inteligible. El número dos es considerado fatídico, interpretado por algunos como terrible, como el símbolo de los opuestos y, por tanto, de la duda, el desequilibrio y la contradicción. Como prueba de ello podemos utilizar las propias matemáticas, donde 2 + 2 = 2 X 2. Incluso en el universo de los números el dos produce confusión, porque,Cuando vemos el número 4, nos preguntamos si es el resultado de combinar dos números por adición o multiplicación. Esto sólo ocurre con el número dos y con ningún otro. Representa el bien y el mal, la verdad y la mentira, la luz y la oscuridad, la inercia y el movimiento. Todo lo que tiene que ver con la dualidad que forma el mundo está implícito en el dos y comparte con él esta energía.

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  Como hemos visto, la unidad genera la dualidad. Así pues, es necesario añadir un tercer elemento para que la voluntad suprema se materialice como "forma". El tres es el número más importante de la masonería, al que los aprendices dedican más tiempo de estudio. Representa la firmeza del pensamiento regido por una sólida sabiduría y ejercido por deseos de acción, que crea la "forma" original como consecuenciaEl triángulo, por ejemplo, es la "forma" primitiva y perfecta, pero también genera muchas otras formas poligonales. Es el tres, el número considerado perfecto porque resulta de la suma de la unidad y la dualidad, produciendo el equilibrio de los "opuestos". Por eso el tres es tan importante y conlleva una fuerza inquebrantable: armoniza, equilibra y reconcilia.

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Los tres de la historia de Jesús

Además de la Santísima Trinidad, podemos encontrar el número tres acompañando toda la trayectoria del maestro Jesús. La presencia del tres es muy fuerte! Verás, tres fueron los Reyes Magos que trajeron regalos cuando nació Jesús. Fue a los doce años cuando Jesús tuvo su primer enfrentamiento filosófico con los maestros del templo, mostrando a temprana edad su inmensa sabiduría y predestinación ¿Será casualidad?Quizás no. Si miramos desde la perspectiva del número tres y lo que sabemos de numerología, vemos que el número 12 cuando se reduce da como resultado tres.

Cuando Jesús cumple 30 años (¡mira otra vez el tres!) empieza a predicar, hasta que lo matan con 33 años, la repetición del tres. En cuanto a los discípulos, otra vez tenemos el número doce que, reducido, da tres. Y el discípulo traidor, Judas, entregó al maestro por 30 monedas. El maestro reveló que Pedro lo negaría tres veces. Cuando lo llevaron a la cruz, Jesús fue crucificado entre dos bandidos, es decir, eran tresFue clavado en la tercera cruz y tres mujeres fueron a ocuparse de su cuerpo. Luego llega el momento cumbre de la historia de Cristo: la resurrección. Y este fenómeno no ocurre el segundo día, ni el cuarto, sino el tercero. Ciertamente, no es casualidad y la historia de Jesús precede a la numerología, la masonería y todas las demás escuelas esotéricas que enseñan a trabajarcon la fuerza de tres.

La presencia del tres en la vida de Jesús es tan fuerte que realmente podemos suponer que este número numérico tiene una fuerza misteriosa y forma parte esencial del código de la creación.

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